Buena parte de los tratamientos que reciben suponen una alteración de la imagen corporal. Los cuidados estéticos ayudan en muchos casos a minimizar los problemas que puedan ocasionar
Elena y Viky, veteranas de Afanion, acudieron al taller impartido por la Fundación STANPA “Ponte guapa, te sentirás mejor” en colaboración con la Asociación Española Contra el Cáncer, en el Hospital Universitario de Albacete. Es un taller teórico-práctico que ayuda a mujeres con cáncer sobre el cuidado de la piel y el uso del maquillaje para ayudarles a recuperar su aspecto natural, a sentirse mejor y a tener una actitud más positiva.
Este es el punto de partida para desarrollar un taller propio en la asociación en el que los veteranos, sirviéndose del espacio generado por esta actividad, puedan acompañar a adolescentes de recién diagnóstico, facilitando, de esta forma el apoyo mutuo.
¿Por qué un taller de estética?
La adolescencia es una etapa de transición en el desarrollo desde la infancia hasta la vida adulta. La apariencia de los jóvenes cambia como resultado de los acontecimientos hormonales de la pubertad. En esta etapa, incorporan una nueva apariencia y hay una búsqueda de su sentido de identidad. La adolescencia es un período de cambios físicos y emocionales significativos y un diagnóstico de cáncer tiene un impacto importante en su desarrollo psicológico y físico.
Buena parte de los tratamientos que reciben suponen una alteración de la imagen corporal como caída de pelo, llagas en la boca, cambios en la piel como picores, eritemas, descamación y sequedad y en las uñas, que se oscurecen y se vuelven más frágiles. Por este motivo, deben ser cuidados de forma especial, teniendo en cuenta el tratamiento recibido y la duración del mismo.
Los cuidados estéticos ayudan en muchos casos a minimizar los problemas que puedan ocasionar estos tratamientos, sobre todo en la adolescencia, donde la imagen física toma un papel importante en sus vidas. El aprendizaje de técnicas de estética hace que los pacientes se sientan mejor, menos estigmatizados y esto, a su vez, conlleva una mayor adherencia al tratamiento, al sentirse mejor, mejora su calidad de vida y la autoestima.
Por ello, es importante informar y formar al paciente oncológico de estos efectos secundarios, aportarle herramientas para paliar estos cambios estéticos que le ayuden y que normalicen su vida cotidiana, devolviéndole su imagen frente al espejo.
De su experiencia nuestras jóvenes nos cuentan esto:
Viky, 23 años.
Fue un taller muy entretenido, pues nos explicaron muchos trucos de belleza que no sabía y además los podíamos poner en práctica al mismo tiempo que nos los explicaban. Me divertí mucho en la sesión y las profesionales que lo impartieron fueron muy amables y tuvieron mucha paciencia con nosotras. Sin duda es un taller que recomiendo hacer a todo el mundo y que yo repetiría si tuviera la ocasión.
Elena, 22 años.
Fue un taller muy entretenido donde yo estuve de oyente mientras a las demás chicas le aplicaban y enseñaban cómo y para qué servía cada producto. Fue muy ameno porque compartieron momentos de desconexión, de risas, vivencias de cada una y muchas llevaban mucho tiempo sin sentirse tan radiantes. Me sentí cómoda y a gusto.
Es preciso ampliar la mirada y la escucha afectiva para que los adolescentes se reencuentren consigo mismos. Favorecer el contacto entre los veteranos de nuestra asociación para que presten una atención de apoyo mutuo a aquellos adolescentes que estén pasando por un proceso oncológico los ayuda a sentirse comprendidos.